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FELIZ CUMPLEANOS BOLOGNA F.C. – 3 ott
ESOS LOCOS A LA RONZANI
En Bolonia se forma un grupo de italianos y extranjeros de la alta burguesía que frecuenta el café de las Ciencia y se encuentra para jugar en Piazza d’Armi, Prati di Caprara, fuera de Porta Saffi. Entre ellos hay un bohemo de ventitres años, Emilio Arnstein, imbuido de gusto por la aventura. Estudió
en la Universidad de Praga y en Vienna, trabajó por algún tiempo en Trieste como corresponsales de lenguas y con algunos amigos ingleses fundó un primer sodalicio del fútbol, el Black Star Foot Ball Club.
A su llegada a Bolonia, en el 1908, Emilio va directo a buscar su amado deporte. Un buen día pregunta a un tranviario y en respuesta obtiene una curiosa…dirección: justo fuera de la ciudad, a los Prati di Caprara, hay “chi mat, chi corren drì a una bàla”, esos locos que corren alrededor de una pelota.
Su forma es esférica, pero también llena de bultos. Se trata, mirandola bien, de una esfera dura, oscura, muy pesada, con una custura de afuera de relieve. Hay un cordón que mantiene comprimido una vejiga de cerdo, que sirve como una camara de aire, hinchada y luego revestida de cuero sin curtir; todo este termina en una pequeña tripa de goma, en el que se mete una valvula de latón que, atornillada a un inflador de bicicletas, permite de hincharla. Para que se gobierne y sobre todo para asestar patadas fuertes sirven zapatos especiales, reforzados al borde, grandes zapatos que tienen suelas asperas lo más posible al fin de evitar de caer en la hierba humida y en las manchas de lodo.
El campo también es un poco precario; es un gran prado en el que un pastor, que lo tiene alquilado por Damiano, hace pastar a sus ovejas. Para jugar necesita preguntar a él el permiso, y con suerte, olè, se ponen cuatro casacas en tierra para formar las dos porterías, y se empieza la acción. Se corre, se patea, se toman y se pelea, a vecez empieza tambien una riña.
El chico de Bohemia empieza rapidamente a adaptarse al resto del grupo. Entre los otros ha conocido a un estudiante universitario español de jurisprudencia, Antonio Bernabeu, hijo de un famoso abogado de Madrid, acaba de entrar como interno al Colegio de España. Es compatriota de Don Manuel Carrasco, ya era estudiante y luego decano de lo mismo colegio anitguo, fundado en ciudad por el Cardinale Albornoz, y Antonio es exactamente el depositario del balón, comprado con una colecta. En fin, que sea fútbol o el más burdo “futbito”, necesita el maximo esfuerzo y como en todas las cosas de la vida, para hacerlo bien también se requieren muchos cuartos. Porque es indispensable que se convoque una asamblea, que se haga un estatuto, que se inscriba la sociedad. Alguien intenta de mover algunos contactos. La idea es involucrar el Círculo Turístico Boloñes, que es muy conocido en ciudad, y propenso por las disciplinas deportivas. Su presidente, el caballero Carlo Sandoni, representante de la Navegación General Italia, aprecia inmediatamente la idea y asegura su compromiso personal. Despues de unas semanas llenas de fervientes discusiones, se convoca una reunión general por el 3 de octubre 1909, en la sede del Círculo, en el primer piso de la “Birarria” Ronzani, en calle Spaderie.
En una tarde de otoño, los invitados, veinticinco chicos en todos, se encuentran frente al club, suben las escaleras y se sientan. Ya fue escrito un borrador de estatuto que leen, y luego se vota, se eligen los primeras mandatos y se firma como socio fundador. La sociedad se llamarà Bologna Foot Ball Club, sección del Círculo Turístico Boloñes. El primer presidente es Louis Rauch, valiente odontologo suizo, trasladado en Italia desde hace algunos años. Como vice, es elegido el aristocrata Guido Della Valle. Enrico Penaglia actuará como secretario, Sergio Lampronti será el cajero. Dos son los componentes de la Junta de Directores ( además de su presidente y de su vice ) son Emilio Arnstein, la “mente” de la operacción, y Leone Vincenzi. Tres componentes del Círculo Turístico Boloñes, Centofanti, Tampellini y Zecchi, servirán como delegados dentro el nuevo sodalicio. Los dos consejeros, junto con Pietro Bagaglia, se encargarán de la “dirección de los campos de juego”, el capitan en lugar será Arrigo Gradi, que conoce mejor la regulación, porque ya practicó el fútbol Oltrealpe.
El tiene que eligir los colores sociales, que refleja el uniforme por el juego del Istituto suizo donde estudió, el Colegio Schonberg de Rossbach. Es una casaca con los botones, hecha de cuadros negros y azules, del que preservó los dos especímenes de ordenanza. Es muy bonita, a todos le gusta, y hace sonreír la pobre caja social, porque se deberán producir dos especímenes menos. En cuanto a los pantalones cortos, perdones, bombachas largos como mínimo hasta la rodilla, la decisión per el color será libre, preferentemente blanco o negro.
El día siguiente, un suelto en el periódico “Il Resto del Carlino” declara al mundo el acontecimiento: “Ayer por la mañana, en el Círculo Turístico Boloñes, fue formada la sección de las prácticas de deporte en campo abierto y precisamente el Foot Ball Club. Muchos jóvenes querían esta iniciativa por el fútbol, por la “palla vibrata”, por el tenis, mientras que algunas de las ejercitaciones ya se hacian desde hace unas semanas, ahora se ha fijado un preciso ordenamiento, asì constituyendo la sección en el Círculo Turístico que ya ha adquirido una importancia en el deporte”.
En la “La Gazzetta dello Sport” el corresponsal Eraldo Mandrioli añade un comentario: “ El nombre y la seriedad de las personas que han empezado a dirigir el destino de esta nueva sociedad, nos ofrecen esperanza que por fin también esta maravillosa práctica deportiva se entroducirá muy bien entre nosotros, y entonces no tengo ninguna duda que también en el fútbol de Bolonia se llegará al mismo nivel que las otras ciudades, que practican este deporte desde hace mucho más tiempo. Entonces esperamos el Foot-Ball Club Bolonia a ensayo.
Un ulterior salto cualitativo el Foot-Ball Club Bolonia lo hace el 31 de enero de 1911 cuando la Asamblea de los socios aprueba el nuevo Estatuto, firmado por el vice-presidente Domenico Gori, cumpliendo a los deseos de la Federacción Fútbol. El Foot-Ball Club Bolonia deja de ser una “sección” del Círculo Turístico Boloñes y se vuelve en una grande realidad deportiva de la ciudad.
Scritto da Lamberto Bertozzi, tradotto da Giulia Picchioni
Bologna 1909-10: In piedi: Guido Della Valle, Orlandi, Gradi, Bernabeu, Donati, Bignardi, Pessarelli; in ginocchio: Saguatti, Rivas, Chiara, Venzo, Nanni
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